Samael Magnum.
Sorbo de cálices ©
Amor prometido, jugo de sardonia
Amor prohibido, elíxir de ambrosía

I
Durante inédita conmemoración, pagana,
Un conjuro primigenio, entre la obscuridad descendió...
Aquelarre, plenitud de novilunio astral.
Indulgencia, serenata y magia, tributo.
De combatientes y camaradas, el júbilo resultó.
Euphoric Celebratio !
¡Oh Aradia, aún con Selene acudiste!
A vuestro amor correspondí. Solemne.
La tenebrosa horda, libación ofreció.
Y la espectral visita, desde el portal asomó,
Liturgia, recogimiento y acuerdos.
Invasión de bífidas infernas, hasta las yagas de fuego, los besos lamieron.
¡Mi Aradia!
En tus ojos reflejé dogma, mesmerismo, idealización.
¡Tú!, humana belleza,
Intensa, ígnea manifestación.
Nuestras fueron -entonces-,
¡Prerrogativas, indulgencias inenarrables!
Sublime, amorosa proyección en el Éter,
Exquisita indulgencia:
¡Teolepsia espléndida!
¡Eres mi Diosa de tierno manjar!
Mi ímpetu anticipé y del colectivo inconsciente, nos oculté.
Delizia naturale !
Perspicaz inspiración, notaste…y,
La ilustración nos procuré.
-Pues preso aún-, de artero destino,
Me convertí en El Oscuro. El Arcano.
¡Mephisto!
Y contra adversos pronósticos, establecí mi albedrío.
II
No obstante, desde un pasado reciente -allí evocado-,
Reverberaba monstruosa, e iracunda: ¡Lilith!
¡Tú!, que La Duda encarnas. Fiera mórbida...
Consorte, infame gorgona...
Tres veces Reina e indulgente y,
Ancestral. ¡Predilecta de Samael!
Confusa aún, en la noche te ocultabas y,
Creando espacios, dimensiones, y distancia tangencial te escondiste.
Curiosa y sin escrúpulo me observabas, a Naamah, desposar…
...Y fingiste desdén, sanguinarios tus celos. A Caribdis, la lengua comiste.
El dolor que enceguece. En agonía, ensoñaste nuestra conjunción visual hasta mi eidolon desdoblar,
¡Celeste artificia!
Invasora accediste, conquistaste y secuestraste nuestra comunión astral.
En soterrado desvío -en mi mente, tu amor declaraste-,
Ominosa y bizarra;
Bruja asesina,
Demoniza de Algol,
Oscilante sincronía.
Y muy a mi pesar, tus celos muertos de Diosa enferma, no ocultaste.
Estruendo magnánimo que a la horda enmudeció,
¡Tú, insoportable Potestad!
La paz en tus labios, Caribdis anheló.
Entretanto, se esculpió la écfrasis de tu desespero,
Nacida en el Gehenna, -virulenta-.
Harto contagiable.
De vileza nutrida;
¡Hasta el Cielo descendió!
¡Oh, primigenia estirpe angélica!
¡Empíreos sometidos!
¡Lágrimas negras!
III
Mi tranquilidad sedujiste, y mi secuestro maquinaste,
Intervenir mi idilio, ¡aseguraste!
Y precipitada,
Te lanzaste en verdadero ultraje.
¡Oh, -de genialidad-, cuanto derroche!
La astucia por un reencuentro originario, se condujo invisible.
Mazmorra alguna -en aquel suburbio- se mostró hostil.
Voces, llantos y diatribas temerosas llegaron a ser.
Aun así, incómoda resolución -nuestro ocultamiento-,
No obstante, Tu Duda me conmovió.
Y Tu Verdad me hechizó.
Empero, me desconoció el corazón.
Y me ahogué en influjo dorado;
Inflamado por esencias lunares, Padmini y Venus Calipgia,
Y por todas sujetado, mi amor fue indivisible...
Rasgando sonatas desde las tripas de los gatos,
Partitas voluptuosas. Locus Niger, derrame psicodélico,
Sangre, Miel y Cabernet, ¡prestigioso adagio!
¡Oh, Celotipia divina!
En vuestras matrices, mi providencia propagué.
¡Flamígera semilla!
Honor en la oscuridad.
Tapetum Lucidum.
Dulcis Fugata !
IV
Amaneció nuestro sueño lúcido en tu aposento,
Velas, incienso, besos, rosas, formas de loto, Merlot.
Aún aulló la obsolescencia del pasado,
Que redujimos a siembra en el campo de Qayin.
Nuestras, confidencias y secretos.
Y la estrella matutina, nos detuvo el tiempo.
Corte de raíces y Antropomancia, -demostró-.
Nos abandonó el raciocinio.
Transmutación del Entendimiento.
Siniestra alusión.
Interacción profusa,
Rito de sangre: ¡Gitanos!
¡Sanguinarios!
¡De infamia, incólumes!
En compromisos etéreos,
Insigne sincronía.
¡Indulgencia Real!
V
¡Encarnación resoluta!
Ajenjo servido en musa ardiente,
Emanación del ombligo,
Efluvio solar.
Sediento por copas de fluido elemental.
Y catador de sangre añeja,
Tenute le armonie dulcemente !
Eterno Bouquet…
Genio incubador de las copas.
Medium, Espirita de lo esencial.
¡Lujurioso espiritual!
¡Dios Animal
VI
Cobijado por Lux de Conocimiento.
Constructor de un puente entre mundos.
En el Phlegethon bautizado,
Yo, Prometeo: Del fuego instigador,
Yo, Samael: Dios del Mar de Veneno,
¡A los oráculos animo en el incienso!
Empero, mi fuego sin humo...
¡¡Excelso!!
***
Samael Magnum.